Anabella Pareja Robinson

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ANABELLA PAREJA ROBINSON. Madre, bailarina, nadadora, estudiante, lectora.... soy multitud. En estos últimos tiempos me interesa pensar que hago mundos junto con otras por el hecho de estar en relación con ellas escuchándolas, observándolas, tocándolas, y a veces, me convierto en el medio: agua/carne/palabra, para compartir eso que resuena entre el baile y la escritura. Actualmente desarrollo, entre las Artes Vivas y la Escritura dos líneas de trabajo. Una junto con la artista vasca Itxaso Corral Arrieta: Sortilegios del maternar (2022 a la fecha), espacio para pensar juntas los maternares, los cuidados y sus derivas. Y desde el 2020 estoy inmersa en una investigación personal, en la que el agua es la materia que me acompaña: Water my dances, water my thinking, la cual ha tomado forma de ritual: Ceremonia, investigación desarrollada como residente de La Caldera en el 2022. Pulpeando, Agitando, Meneando! y Olas, Aletas, Tentáculos y Bailongos, talleres impartidos dentro del programa MACBA en familia y PÁCIFICO, un fanzine en el que se recopilan prácticas para sanar con el agua, que formó parte del proyecto El libro vivo sobre la salud de PAOS GDL en México. La Forma (2017), mi última pieza de baile, fue acogida para ser desarrollada dentro del programa ARTAS de La Poderosa y se ha ido remodelando en diferentes contextos como Corpografies, en el Festival Ahí Está en el MUSAC y en el Festival Salmón en el Centre Arts Santa Mónica. Con Itxaso Corral Arrieta creamos en el 2020 un espacio de investigación llamado Hemos perdido el Cosmos en el que nos encontramos buscando prácticas que nos ayuden a  desarrollar pequeñas habilidades para re alinearnos, y por ahora han aparecido las publicaciones HECHIZO, LARVA y FÖSIL.

2022
Residencia de creación

Water my dances, water my thinking, Ceremonia

Water my dances, water my thinking es una propuesta de investigación simbiótica performativa en la que pienso con el agua, como una alternativa al dominante imaginario del antropoceno, una posibilidad para repensar los asuntos corporales más allá de la imaginación humanista y una manera de estimular mi entrenamiento como humana para ser más sensible y consciente del entorno físico y social que me rodea.

Ya que llevo un año con esta investigación y he acumulado mucho de todo, (y además no parece haber un final); mi intención es utilizar esta residencia en La Caldera para dar forma a una CEREMONIA en la que pueda compartir con otras seres vivas todas estas prácticas, reflexiones y teorías que el pensar con el agua me va sugiriendo.