Quim Bigas

QUIM BIGAS BASSART (1984), Barcelona. Desde el 2007, combina su propio trabajo con colaboraciones artísticas, tanto como creador como intérprete. Obsesionado con la coreografía, la dramaturgia y los procesos informativos, su interés en la creación escénica está centrado en la performatividad y lo performativo, la ramificación de una misma idea o los encuentros creativos, así como en la investigación de movimiento, las interacciones y los procedimientos informativos que se generan. Normalmente trabaja en conexiones entre la teoría y la práctica, con el objetivo de cuestionar y redefinir ideas relacionables con representación / actuación, la constitución del proceso creativo o los protocolos del espacio escénico. En los últimos años, se ha involucrado en colaboraciones y relaciones con Aitana Cordero, Carme Torrent, El Conde de Torrefiel, FESTUCS o Raquel Tomás.

2019
Residencia de creación

Desplaçament variable

DV (Desplaçament variable) es una pieza de danza documental que toma como punto de partida el registro audiovisual de un centro de danza. En este caso, nos hemos centrado en algunos de los trabajos en solitario de este recurso.

A través de 3 intérpretes que nos narran con sus cuerpos los desplazamientos de 38 solos, aparecen en escena distintas gramáticas corporales. Estos desplazamientos, dan continuidad y añaden nuevos afectos a eso que ya se ha realizado y guardado en el registro. Aquí, el concepto de archivo se desvela como una entidad en movimiento continuo y como un lugar desde donde disparar los sentidos.

Una propuesta donde lo visible y lo invisible van de la mano; donde las referencias van tomando espacio y presentan posibles órdenes que reformulan nuestras maneras de ver y de generar sentido.

Estrena en el Mercat de les Flors en Julio de 2019.

2017
Residencia de creación

APPRAISERS

El proyecto APPRAISERS explora la ramificación de formatos, conceptos y metodologías relacionadas con la información y los datos en tiempo real a través de diferentes estéticas de producción. Para ello, navega con la idea del cuerpo como archivo o canal informativo, como reflejo del consumo y del proceso de etiquetaje. Simultáneamente, es una práctica coreográfica aplicable a muchos campos que está preparada para ser compartida en cualquier momento. A través del desarrollo de habilidades y reglas, APPRAISERS pretende dar visibilidad a lo presente, así como potenciar la idea de que somos “creadores de nuestra propia realidad”.

A partir de la “nueva” era de la información, hemos adquirido la capacidad de ser prosumidores (productores a la vez que consumidores). En cierta medida, el presente es un concepto que está en continuo diálogo entre nuestro cuerpo productor y su contexto; afrontándonos a la capacidad de quedarnos y ser capaces de informarnos dentro del contexto en el que habitamos. Debido a la existencia de muchas tecnologías y dispositivos que facilitan un enfoque distinto hacia la encarnación de la presencia, “sólo” estar “aquí y ahora” es una tarea cada vez más compleja. El deseo compulsivo y la presunción de compartir información y experiencias a través de las plataformas de medios sociales se ha convertido en parte de la rutina de la vida diaria. De forma explícita, el ojo se convierte en un filtro para discernir lo que es de valor. Este nuevo comportamiento afecta nuestra capacidad de observar, de comportarnos, de entendernos y tener experiencias. Esta domesticación social de los medios de comunicación resulta en un desapego hacia los lugares físicos que habitamos y las relaciones que generamos con nuestros cuerpos.

Este proyecto comenzó en 2011 y está en constante evolución, re-adaptación y re-configuración. Hasta ahora, el trabajo ha tenido varios formatos: diálogo coreográfico, estructura de movimiento, estructura de voz, exposición cartográfica, una conferencia en solitario, un disparador para una conversación y un Tesauro. El objetivo del proyecto es mantener la inversión en los formatos, formas de compartir la misma idea y suscitar preguntas que ponen su atención en la toma de decisiones, el trabajo, el consumo y el proceso de clasificación. A pesar de que esto parece un objetivo bastante general, es muy específico. El proyecto se centra de forma precisa en “la información que ya está aquí” utilizando la mirada para crear un engrosamiento de lo que es concreto. El trabajo se abre a los sentidos por la simplicidad de su tarea, se convierte en compartible y en una conversación que se desarrolla con potencial inherente a expandirse.